Consumir multivitamínicos es parte de la vida diaria de mucha gente con la intensión de mejorar su salud, ya sea física o mental. Incluso dentro de la publicidad de estos vitamínicos manejan que consumirlos ayuda al manejo de los síntomas relacionados con el estrés. Estos “síntomas” nos hacen sentir la necesidad de consumir dichos suplementos.

Por otro lado algunas personas recordaran las recomendaciones de la abuela en “comer de todo” para así tener los nutrientes necesarios para una buena alimentación. Quienes no prestan atención a una alimentación saludable son más propensa a hacer uso de suplementos, ya que no cuenta con los nutrientes básicos de que requiere el cuerpo.

Como todos sabemos, las vitaminas se encuentran en pequeñas cantidades en lo que consumimos. Básicas para llevar una vida saludable. Las principales vitaminas son: A, D, E y K – vinculadas a componentes grasos de los alimentos y líquidos. En segundo término pero no menos importantes son las vitaminas B1, B2, B3, B6, B12 y C.

Como nos afectan los multivitamínicos

Aportan los nutrientes de los cuales los huesos y dentadura usan para formase, son usados también por todos los músculos, la grasa de nuestro cuerpo, los vasos sanguíneos y todo otros tipo de tejidos que conforman nuestro cuerpo.

 Entre más proteína consumamos, más vitamina B6 necesitará nuestro  cuerpo. Los dientes y las encías serán más saludables gracias a la vitamina B6. Agiliza como nuestro cuerpo absorbe el hierro. Todo esto de  sin mencionar que esta vitamina ayuda al proceso de cicatrización.

El calcio en general es parte esencial al proceso del desarrollo de nuestro sistema óseo llámese dentadura huesos manteniendo los niveles óptimos de calcio y fósforo en el sistema sanguíneo

Nuestro estilo de vida, el estrés así como consumir tabaco, café y alcohol evita que las vitaminas cumplan su función. Los suplementos vitamínicos ayudan en caso de tener deficiencias de alguna de las vitaminas básicas.

Vitaminas en exceso

La persona saludable es aquella que mantiene un balance. La alimentación saludable es aquella que tiene poco de todo, de nuevo un balance. Está comprobado científicamente que consumir vitamínicos sin necesitarlos no nos protege con mayor eficiencia. El cuerpo lo descarta o de lo contrario nos vemos afectados de una manera negativa.

Basta con un miligramo de cada tipo de vitamínico para cumplir con los requerimientos de nuestro cuerpo. Ya que nuestro cuerpo sabe lo que requiere, las vitaminas que no le hace falta, las rechaza. Ejemplo: La vitamina A es buena para la vista. El exceso de ella es contra producente, provocando náuseas y dolor de cabeza. De la misma manera la vitamina D, que su función es la absorción del calcio en exceso produce calambres.

Los suplementarios deben estar indicados por su médico y/o nutriólogo  y en algunos casos son necesarios. Por ejemplo, en pacientes con intervención gastrointestinal, como la manga gástrica o bypass gástrico, ya que presentan necesidades diferentes. A la hora de consumir alimentos no absorben la misma cantidad de nutrientes.

Mejora tu estado anímico

Un ritmo de vida acelerado es uno de los causantes principales para presentar lo que se conoce como estrés psicológico y al no contar con la inteligencia emocional para darle una solución, la salida es tomar vitaminas.

Es mejor dormir, no dejar que las preocupaciones nos acompañen a la cama. Tomarnos el tiempo para dormir las horas necesarias que nuestro cuerpo  nos pide.

Mejorar nuestra dieta es de suma importancia, alimentarnos de manera adecuada y balanceada para  así no depender de los vitamínicos adicionales.

Estos son algunos de los alimentos que podemos incluir en nuestra dieta para mejorar nuestra salud física como mental y consumir menos suplementos vitamínicos.

  • Aguacate: rico en vitamina E, cuidará tu piel (más expuesta a los rayos de sol) y un excelente acompañante de ensaladas fresquitas.
  • Sardinas: ¿quién no disfruta en verano con los espetos se esté o no en la playa? Ricos en ácidos omega 3, son cardiosaludables.
  • Frutos secos: como nueces y avellanas, los primeros también ricos en ácidos omega 3 y los segundos en Vitamina E.
  • Sandías y melones: ricos en vitaminas C y A.
  • Tomates: ricos en vitaminas A, B, C, E y K. Uno de los mejores alimentos para el verano, además contiene antioxidantes y carotenoides, protectores del desgaste celular y del corazón.
  • Zanahorias: con antioxidantes y vitamina A, E y K, con abundante beta caroteno que protege tu piel y te ayuda a tener un tono más bonito en verano.

Mejora tu alimentación, mejora tu salud. Y si mejora tu salud, mejora tu estado de ánimo. Para así confrontar cualquier cosa que se presente en tu camino.